
El 18 de noviembre de 1978, el líder jordano, Rey Hussein, anunció la retirada de las tropas palestinas de Jordania, marcando el fin de meses de conflicto interno. Este acontecimiento tuvo implicaciones significativas en la estabilidad regional y en las relaciones entre Jordania y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
En la tumultuosa historia de Oriente Medio, el papel del Rey Hussein de Jordania en la década de 1970 marcó un momento crítico. Su conflicto con fuerzas palestinas, especialmente con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), reflejó las tensiones internas en la región.
La retirada de las tropas palestinas de Jordania en 1978 no solo tuvo implicaciones locales sino también en el contexto del conflicto árabe-israelí. La participación de estas fuerzas palestinas en eventos como “Septiembre Negro” evidenció la complejidad de las dinámicas regionales.
La observación contemporánea revela una problemática preocupante. Grupos extremistas que respaldan la causa palestina han llevado a cabo actos violentos, como los recientes ataques en Israel. Estos actos, como el secuestro y asesinato de jóvenes en un festival, son inaceptables y violan los derechos humanos fundamentales.
Es crucial destacar que estas acciones no representan la totalidad de la población palestina ni de la causa en sí. Muchos palestinos, al igual que israelitas, repudian la violencia y buscan soluciones pacíficas.
La violación de derechos humanos, ya sea por células terroristas en favor de Palestina o por la militarización excesiva de Israel, es inaceptable. La paz mundial requiere un compromiso inquebrantable con la protección de los derechos fundamentales. En un mundo interconectado, los avances tecnológicos nos han mostrado los excesos perpetrados por diferentes actores internacionales.

En última instancia, la conclusión es clara: la violencia y el terrorismo no pueden justificarse en ninguna cultura ni por ningún pretexto. Proteger los derechos humanos debe ser la base principal para lograr la paz mundial. En palabras de Albert Einstein, “No podemos resolver nuestros problemas con la misma mentalidad que los creó.” Es hora de un cambio, un cambio hacia un futuro donde la paz se construya sobre el respeto y la justicia para todos.