Dubái, una ciudad orgullosa de su brillo futurista en medio del desierto, ha sido afectada por la mayor tormenta de lluvia en 75 años. En una sola noche, recibió más lluvia de la que normalmente caería en un año entero. Los científicos están relacionando esta tormenta con el cambio climático, lo que sugiere que no será la última vez que enfrenten eventos climáticos extremos.
Este fenómeno inusual ha llevado a inundaciones sin precedentes en Dubái. Las lluvias fueron las más intensas experimentadas por los Emiratos Árabes Unidos en los 75 años que se han registrado. Las consecuencias fueron significativas: carreteras anegadas, casas inundadas y un país paralizado. Incluso el Aeropuerto Internacional de Dubái, un importante centro de viajes, luchó por despejar la acumulación de vuelos retrasados debido a la tormenta. Muchas carreteras seguían inundadas después del diluvio del martes.
Los residentes quedaron atrapados en el tráfico, oficinas y hogares. Algunos informaron filtraciones en sus casas, mientras que las redes sociales mostraban imágenes de centros comerciales inundados con agua que caía desde los techos. Los vehículos, incluidos los autobuses, quedaron sumergidos en el agua. Las estaciones de servicio tenían largas colas, y el aeropuerto de Dubái aún no había vuelto a la operación normal después de que las pistas quedaran inundadas, lo que provocó desvíos, retrasos y cancelaciones de vuelos. A pesar de los desafíos, se espera que el aeropuerto alcance entre el 60% y el 70% de su capacidad al final del jueves y recupere su capacidad operativa completa en las próximas 24 horas.
En cuanto a la causa de esta tormenta excepcional, se ha relacionado con la siembra de nubes. Este proceso, conocido como cloud seeding, se realizó por primera vez en 1946. El químico y meteorólogo estadounidense Vincent J. Schaefer llevó a cabo este experimento. Aunque la tormenta afectó también a Omán, donde se reportaron 20 personas fallecidas, Dubái fue uno de los lugares más afectados por las fuertes lluvias.
En resumen, Dubái, normalmente conocida por su clima árido y desértico, ha experimentado un evento climático sin precedentes, con lluvias torrenciales que han dejado una marca histórica en la región.